El antiguo pueblo germano
hérulo fue casi con total seguridad expulsado de
Escandinavia a lo largo del siglo III. Según algunos historiadores medievales, sus integrantes se aliaron con los godos y participaron con ellos en varias expediciones de merodeo llevadas a cabo alrededor de las costas de los mares
Negro y
Egeo (260). A principios del siglo VI, los lombardos vencieron al publo hérulo y disolvieron su reino, situado en la cuenca del río
Elba. Algunos de sus integrantes emigraron a Escandinavia y otros se enrolaron como mercenarios en el ejército del
Imperio Romano de Oriente. Un jefe hérulo,
Odoacro, depuso al último emperador romano de Occidente,
Rómulo Augústulo (476) y fue nombrado rey de Italia por sus tropas.